La medusa en el plato

Desde hace unos días no paran de hablar del uso de la medusa en la cocina. En China y en otros países asiáticos se consume desde hace tiempo, y es un plato muy valorado por su textura y sabor delicados.
Existen una gran variedad de medusas, solo se consumen las llamadas medusas blancas (en latín Rhizostomeae).
La conservación y preparación de las medusas requiere mucho cuidado. Siempre se deshidratan o se salan para su conservación, pues en fresco no se mantienen nada, y la preparación es laboriosa. El proceso comienza con la limpieza del animal,  hay que retirar las mucosas y los órganos y se utilizan únicamente el paraguas y los tentáculos que  se tratan con sal común y otras sales.

Después se prensan para extraer toda el agua, consiguiendo así que desaparezca el fuerte olor y adquiera la textura crujiente que le caracteriza, y a continuación se guardan en salazón, deshidratadas.

El color de la medusa procesada es blanquecino, y con el tiempo va tornándose amarillento, así podemos distinguir cuánto tiempo hace que se envasó la medusa.

En China se consume simplemente desalado, tras una noche de tenerlo en remojo, en ensaladas o salteado en el wok. También podemos encontrarlas en el supermercado, en tiritas para el aperitivo y con otras formas, listas para comer o saltear.

Desde el punto de vista nutricional es un alimento rico en proteínas, y sin colesterol. Muy sano.

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